En la década de 1960, las investigaciones del Doctor Lee Ashworth del UC Berkeley Department of Plant Pathology, de la Universidad Davis de California, fructificaron en la creación del UCB1, híbrido entre las variedades existentes Pistacia Atlantica y Pistacia Integerrima. La nueva variedad, bautizada como Pistacia UCB1, demostró ser más resistente que ninguna otra a Verticilium (el hongo más habitual en el pistachero), las bajas temperaturas y la salinidad del terreno.

Desde aquel momento, la industria californiana del pistacho apostó por el portainjerto UCB1, lo que les ha permitido convertirse en el país del mundo con mayor productividad (más de 3.000 kg por hectárea de media). Los pistachos injertados sobre UCB1 soportan sin ningún problema las bajas temperaturas e incluso las heladas, como ha quedado patente en los 60 años de vida y alta producción en los territorios norteamericanos hasta la fecha.

Nuestras semillas UCB1 están certificadas por la Universidad Davis de California, lo que garantiza que su producción ha seguido los estándares marcados por la Universidad Davis. Una planta de UCB1 no certificada va modificando generación tras generación sus propiedades, alejándose paulatinamente de su características genuinas. Por el contrario, la certificación avala que dicha semilla mantiene la homogeneidad de todas las semillas, y por tanto no habrá diferencia en la germinación, desarrollo y crecimiento del portainjerto y el posterior injerto. Conseguir esta homogeneidad en la progresión de todos nuestros árboles de pistacho nos permitirá sincronizar mejor todas las labores a realizar durante la vida del pistacho, y rentabilizando por tanto nuestra inversión en cada fase de la vida del pistachero.